miércoles, 24 de septiembre de 2008














...Una noche de mayo, con el mar a mi lado,
es ya tarde y tus ojos siguen allí.
Y es que son ideales para perderse en ellos,
y es que uno no aprende ni vivo ni muerto;
son las seis de la tarde,
toco enfrente del puerto,
y no consigo sacarte de mí ni olvidarme de ti...